Me gusta fijarme en las cosas del día a día y estudiarlas un poco, quizás sea, como decía mi amigo Juan Antonio Cabrera, cuando vamos a nacer nos dividen en dos montones, los que constantemente nos preguntamos el porqué de las cosas y lo que no. No pretendo, ni mucho menos, insinuar siquiera que los que tenemos ese porqué siempre iluminado en la cabeza seamos más validos, inteligentes o algo así, es más, creo que incluso suele ser más incómodo de llevar y mas pesado para quien nos rodea, recordad que detrás de la respuesta de un porque, suele haber más porqués.
Fijándome en esta cotidianidad, reconozco que últimamente me preocupa mi adicción a la radio nocturna para poder dormir, cuantos compañeros de cama sufren en silencio el zumbido mosquitoide de unos cascos sonando en la negrura de la noche.
Yo, mea culpa, soy uno de los productores de zumbidos, y reconozco que me es imposible conciliar el sueño sin mis amigos de ondas al otro lado, anoche mismo, me quedé sin pilas y revolví cielo y tierra buscando unas pilas, que encontré quitandoselas al mando de la tele, sin no hay radio, no se duerme. y esto¿porque?, ¿desde cuando?.
El cuando lo tengo claro, el porqué, quizás no tanto.
Todo empezó con la mencionada crisis, digo yo, que no empezó con la crisis, en definitiva la crisis cercenó mis sueños y también mi sueño.
Recuerdo que antes, cerraba los ojos y soñaba y soñaba, soñaba con proyectos, con ilusiones, con planes, con nuevos retos, en definitiva con sueños caía en sueño profundo.
ahora todo esto ha cambiado, te tumbas, cierras los ojos, te tumbas y solo ves negro, no hay planes, no hay sueños, no hay retos, solo negro, inmenso y solitario negro, por eso, a través de esos finos cables te cuentan historias, historias que no te pertenecen pero te mantienen el cerebro y el alma ocupada, hasta que al final, caes rendido en el reino de Morfeo sin haber tenido que enfrentarte a la temida vigilia..........AljarAlf
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